Las cimentaciones hacen referencia al conjunto de elementos estructurales de una edificación que pretende transmitir cargas al suelo, de modo que vaya distribuyendo en distintas zonas la presión admisible.
La resistencia del suelo es menor que los muros que soporta, a no ser que dicho proyecto de realice sobre suelos rocosos.
Esto tiene vital importancia a la hora de que un grupo inmobiliario comience siquiera a plantearse la construcción, porque el tipo de terreno sobre el que se asienta debe de ofrecer condiciones idóneas para ello.
En función de las características mecánicas de la tierra, entre las cuales podemos hacer mención su cohesión, nivel freático, rozamiento interno, determinaremos con exactitud la magnitud de las cargas que tengamos que poner en el edificio.
También, nos adaptamos a los presupuestos de los clientes recomendándoles las opciones más asequibles y baratas que suelen ser por ejemplo las cimentaciones artificiales, además de que son muchas más sencillas de ejecutar.
No obstante, cuando hay problemas de homogeneidad o de capacidad portante, hay que valorar otras opciones.
Las cimentaciones sirven de sustento para cualquier edificio, el cual puede verse afectado por el efecto del viento o el peso de la nieve en las superficies del mismo que se hayan visto expuestos.
Todos los edificios tienen un peso neto estimado, que viene determinado por la estructura, elementos constructivos como paredes, techos u labores de carpintería, así como todo lo que introduzcamos en ellos para poder desarrollar nuestro día a día con total normalidad como el mobiliario de oficina o los electrodomésticos de una cocina.
Los proyectos de edificación tienen que afrontarse con la posibilidad de que puedan agrietarse, hundirse, inclinarse o colapsarse, ya sea por motivos de mala construcción o por acciones de la naturaleza y ha de tener la suficiente resistencia para aguantar todo eso, y esto se consigue con las cimentaciones por ejemplo en Huelva o Sevilla por ejemplo.
Los cimientos tienen que ejecutarse después de efectuar los movimientos de tierra con las obras, y transportar dicha tierra removida a puntos de reciclaje, para poder asentar el edificio correctamente gracias a la distribución de los pesos.
Si contacta con profesionales, podemos realizarlo todo en base a una serie de cálculos estructurales en las que hay que tener en cuenta muchas variables y no fallar en ninguna de ellas, para que las tensiones admisibles del terreno nunca sean inferiores a la estructura completa, a no ser que se recurran a las cimentaciones en Málaga.
La construcción de los cimientos tiene que contemplar obligatoriamente principios generales como: conocimiento a fondo del terreno, cálculo de los coeficientes de seguridad necesarios, proteger las cimentaciones de las heladas, poner atención a las capas freáticas y poner el máximo de atención sobre terrenos que están menos consolidados para saber cuál es el tipo de cimentación exacto que necesitamos.
Como podrá entender, todo esto no es tarea fácil y se requiere de personal profesional como geólogos e ingenieros para siquiera plantearse comenzar la actividad empresarial en este sector.
Existen varios tipos de cimentaciones entre las cuales nos podemos encontrar a:
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