Se denomina cimentación al conjunto de elementos estructurales de una edificación cuya misión es transmitir sus cargas o elementos apoyados en ella al suelo, distribuyéndolas de modo que no superen su presión admisible ni produzcan cargas zonales.
Debido a que la resistencia del suelo es, generalmente, menos que la de los muros o pilares que soporta, el área de contacto entre el suelo y la cimentación debe ser proporcionalmente más grande que los elementos soportados, excepto en suelos rocosos muy coherentes.
Principios generales de las Cimentaciones
Siempre que sea posible, es preferible que los cimientos estén solicitados por cargas centradas, ya que las excéntricas pueden provocar empujes diferenciales.
Se buscará siempre que el terreno de apoyo sea resistente y, si esto no fuese posible, habrá que buscar soluciones alternativas. En muchos casos, los cimientos no solo transmiten compresiones sino que, mediante esfuerzos de adherencia y rozamiento, llegan a soportar cargas de tracción y horizontales, anclando el edificio al terreno, si fuese necesario.
Al comenzar con los trabajos en una obra, se inician los movimientos de tierra para dar lugar a la construcción de los cimientos que sostendrán el edificio. Para ello se realiza el replanteo y se ejecutan los cimientos de acuerdo al cálculo estructural y al proyecto elaborado, considerando todas las variables que inciden, como por ejemplo el tipo de terreno o las cargas propias de la construcción.
Por lo general, las tensiones admisibles del terreno son inferiores a las de los materiales de la estructura, de modo que los cimientos deben transmitir las acciones del edificio dentro de ciertos límites para que la estructura permanezca estable sin modificaciones.
La construcción de los cimientos debe contemplan los siguientes principios generales:
- Tener un profundo conocimiento del terreno
- Ubicar la base de cimentación protegida de las heladas
- Tomar todos los recaudos ante terrenos sin consolidar
- Poner atención a las capas freáticas
- Efectuar el cálculo de cimientos por exceso, aplicando los coeficientes de seguridad necesarios.
Función de los Cimientos
Los cimientos tienen la función de transmitir en forma repartida las cargas del edificio al terreno donde se asienta.
La estructura proporciona esfuerzos, de tracción o comprensión hasta las bases, y se deben distribuir en forma pareja para que no originen tensiones mayores de la que puede soportar.
Por esta razón, el coeficiente de seguridad que se aplica, debe considerar probables diferencias en la predeterminación de su capacidad portante.
Como los cimientos están solicitados a esfuerzos de tracción y también de compresión, efectos de adherencia al uso y de fricción; es conveniente que estén solicitados por una carga centrada.
Cimentaciones Superficiales
Las cimentaciones superficiales reparten la fuerza que le transmite la estructura a través de sus elementos de apoyo sobre una superficie de terreno bastante grande que admite esas cargas.
Se considera cimentación superficial cuando tienen entre 0,50 m. y 4 m. de profundidad, y cuando las tensiones admisibles de las diferentes capas del terreno que se hallan hasta esa cota permiten apoyar el edificio de forma directa sin provocar asientos excesivos de la estructura que puedan afectar la funcionalidad de la estructura; de no ser así, se harán cimentaciones profundas.
Debe considerarse como posible que, en un mismo terreno, se encuentren diferentes tipos de cimentaciones para una misma edificación.
Esto puede provocar asientos diferenciales peligrosos, aunque los valores de los asientos totales den como admisibles.
No dude en ponerse en contacto con nosotros. Las cimentaciones de edificios son demasiado importantes para no dejarlo en manos de los mejores profesionales del sector.